
No hay nada mejor que una buena manta de Grazalema de pura lana virgen para nuestra cama, o para nuestro sillón para podernos tapar, mientras leemos un buen libro o vemos una buena peli.
Sin olvidarme de un buen poncho mientras paseamos a caballo en la mañana bien temprano y una buena manta estribera, pues desde aquí mis felicitaciones a mantas Grazalema por seguir con su tradición siglo tras siglo.