En México hay mucha tradición al mundo del caballo, un porcentaje muy alto de habitantes se traslada o trabaja con ellos.Aun así no disponían de una raza autóctona. Tenían una raza el criollo, pero fue eliminada tras diez años de guerra. Se empezó a introducir en el país el quater horse.
En 1969 y con las ideas claras de unos criadores en hacer una raza mejicana o azteca, deciden utilizar para ello dos razas, el mencionado antes quater horse o cuarto de milla americano, de procedencia de los caballos andaluces llevados a América por los conquistadores Españoles.
Este caballo es resistente y fuerte de patas, sobre todo de cuartos traseros y por otro lado nuestro preciado PRE aportándole inteligencia y sobre todo belleza.
Este semental pura raza español, se llamaba Hilandero, nacido en Jerez, de la yegua de cuarto de milla, no se sabe el nombre.
La convinación de estas dos razas, le aporta a sus potros unos rasgos únicos, con las características mencionadas anteriormente. El primer potro que nació de este cruce se llamó Casarejo, fue el progenitor de esta raza. Casi todos los caballos aztecas tienen su sangre.
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